Diferencia entre tac y resonancia

Julián Montilla
Julián Montilla

Hoy en día, en el campo del diagnóstico por imágenes, existen diversas alternativas. Estas se han ido nutriendo de los avances tecnológicos con el paso del tiempo, con el objetivo de alcanzar diagnósticos mucho más eficaces y exactos en un menor tiempo y reduciendo las incomodidades y molestias para los solicitantes. Sin embargo, es común que no se sepa cómo identificar cada tipo de diagnóstico. Por eso, a continuación, queremos contarte todo acerca de TAC y resonancia magnética y cómo diferenciarlos. 

¿Qué es un TAC?

Antes de pasar a sus diferencias, es importante comprender cada concepto. Lo que se conoce como TAC o Tomografía Axial Computarizada, se trata de una prueba que permite la obtención de imágenes radiográficas del interior del organismo, empleando para ello rayos X. A través de estas imágenes, es posible ver tanto cortes transversales como imágenes tridimensionales de la zona del cuerpo que está siendo objeto del estudio. 

Si bien no se da en todos los casos, es común que, en algunas pruebas, los especialistas administren al paciente un líquido que se llama contraste. Este se compone de yodo y lo que hace es resaltar las imágenes obtenidas, logrando que la interpretación de la prueba sea mucho más efectiva. 

Los casos en los que los médicos suelen solicitar un estudio de TAC son los siguientes:

  • Cuando se quiere descartar o confirmar la presencia de tumores y el alcance que estos tienen en el organismo.
  • Cuando se sospecha de lesiones o hemorragias en los órganos internos que puedan estar ligadas a un traumatismo.
  • Cuando se necesite diagnosticar una posible infección.
  • Cuando se quiera detectar patologías en la médula espinal o en la columna vertebral.
  • Cuando se busca dirigir intervenciones invasivas, como puede ser el drenaje de abscesos. 

Sus orígenes

Para entender un poco más las diferencias entre TAC y resonancia, es necesario conocer los orígenes de cada uno. La tomografía axial computarizada fue desarrollada por primera vez en 1972 por Godfrey Hounsfield. Este ideó la posibilidad de construir un corte transversal del cuerpo humano mediante proyecciones radiográficas que se pudieran adquirir colocando al paciente en distintas posiciones. Un año más tarde, esta técnica se volvió de uso casi ilimitado, lo que le valió a su creador el Premio Nobel de Medicina. 

Ya hacia 1989 nacía la tomografía computarizada helicoidal, con nuevas ventajas, permitiendo la adquisición continua de imágenes por cada inspiración, gracias a la sincronía entre el tubo de rayos X, los detectores y la camilla. Posteriormente, se fueron dando nuevas innovaciones en este sentido para lograr sistemas cada vez más efectivos. 

¿Qué es una resonancia?

Por su parte, la resonancia o prueba de resonancia magnética nuclear (RMN) emplea un campo magnético, ondas de radio y un ordenador, con el fin de obtener fotografías detalladas del interior del organismo de la persona tratada. Se trata de imágenes que pueden tomarse desde cualquier perspectiva y que se pueden obtener tanto en dos como en tres dimensiones.

Lo que hace la resonancia magnética es aportar información a la que no puede llegarse a través de otras pruebas menos complejas como la ecografía o como el TAC. Además, es una prueba que se recomienda cuando hay otras pruebas de imágenes que no son recomendadas para un paciente en particular sea por alergia al contraste con yodo o por otra razón.

Lo más habitual es que un especialista solicite la realización de una resonancia magnética nuclear cuando se quiere diagnosticar o descartar enfermedades vinculadas al pecho, a la pelvis y al abdomen. Al mismo tiempo, es el estudio por excelencia para analizar la posible presencia de tumores, para evaluar rupturas de ligamentos o para exámenes de la médula espinal o del cerebro.

Sus orígenes

Por su parte, para identificar los orígenes de la resonancia magnética nuclear es necesario remontarse a 1971, cuando el doctor Raymond Damadian demostró que la resonancia magnética era capaz de ser usada para la detección de enfermedades. Lo que argumentó entonces fue que los distintos tipos de tejidos del cuerpo emiten señales que varían en su duración, como una respuesta al campo magnético.

Así, Damadian creó el primer equipo de resonancia magnética en 1972 y aplicó una patente pocos meses más tarde. En su momento, le puso a su invento el título de “Aparato y método para detectar tejidos cancerígenos”. Posteriormente, entendiendo la importancia de este descubrimiento, el investigador Paul Lauterbur desarrolló la técnica para obtener las primeras imágenes de resonancia en 2 y en 3 dimensiones usando gradientes. Más tarde, Peter Mansfield extendió el uso de los gradientes a través de un modelo matemático que permitía acelerar el tiempo de captura de las imágenes a solamente segundos. Ambos recibieron el Premio Nobel de Medicina en 2003, a pesar de la protesta de Damadian por haber sido su descubrimiento. 

¿Qué diferencia hay entre un TAC y resonancia?

Ahora que hemos visto en qué consiste cada una de estas alternativas de diagnóstico por imágenes, es importante hacer referencia a las diferencias que existen entre TAC y resonancia. Las más relevantes que se deben tener en cuenta son:

  • En el TAC, el paciente se coloca en una camilla y se mueve a lo largo de ella para que el especialista pueda tomar las imágenes necesarias. Es más accesible para las personas que sufren de claustrofobia. En cambio, en la resonancia, el paciente suele introducirse en un túnel donde debe permanecer sin mover su cuerpo. 
  • En la resonancia magnética se emplean ondas de radio e imágenes para obtener las imágenes, mientras que en el TAC se utilizan rayos X. 

Diferencia entre scanner y resonancia magnética

Cuando se habla de scanner, se está haciendo referencia, en realidad, al TAC o tomografía axial computarizada. Es la prueba ya mencionada que permite obtener imágenes a través del uso de rayos X.