¿Es bueno andar para el síndrome piramidal?

Ingrid Ferrandis
Ingrid Ferrandis

Para concluir que una persona tiene el síndrome piramidal es muy común pasar por un camino muy largo. Se trata de una afección que tiene una buena cantidad de pruebas diagnósticas y que, en muchas ocasiones, se puede confundir con otras dolencias hasta llegar al veredicto definitivo.

Cuando ya se obtiene el diagnóstico correcto, lo normal es que el paciente se pregunte unas cuántas cosas sobre la implicación que esto tiene y cuál será el estilo de vida más adecuado para mejorar su condición. Una muy habitual es, ¿será bueno caminar teniendo este síndrome? En este artículo, te respondemos a esta y otras cuestiones.

¿Qué es el síndrome piramidal?

El síndrome piramidal o síndrome del músculo piramidal es una neuropatía causada a raíz de la compresión del nervio ciático o, en otros casos, por la contractura del músculo que atraviesa el piramidal y el músculo gémino superior cuando sale por la pelvis.

Se trata de una patología que tiene una incidencia muy baja y, por lo tanto, puede ser costosa de identificar dada la baja probabilidad que hay de padecerla. Se trata de un problema mucho más común entre el género femenino y representa únicamente a un porcentaje entre el 5% y el 36% de los casos que llegan al médico presentando dolores en la zona lumbar.

Cabe recordar que afecta al músculo piramidal, del que adopta su propio nombre, un tejido que empieza en el sacro y sale por la pelvis. Es uno de los músculos rotadores que tenemos en el cuerpo y está implicado en los movimientos con la cadera.

Los principales síntomas del síndrome piramidal

El síndrome piramidal tiene los siguientes síntomas:

  • Dolor en la zona afectada.
  • Palpitaciones al hacer movimientos.
  • Molestia en la zona de los glúteos.
  • Dolor reflejo en puntos gatillo.
  • Necesidad de cambiar de postura a menudo.
  • Dificultades para cruzar las piernas.
  • Rotación al tumbarse boca arriba, por lo tanto, visualmente, una pierna puede parecer más corta que la otra.

Lo más adecuado es acudir a un especialista si se tienen estos síntomas. Un diagnóstico a tiempo puede ser crucial para que la recuperación sea mucho más sencilla y rápida, así que conviene consultarlo cuanto antes para evitar complicaciones.

¿Qué lo causa?

El síndrome piramidal puede tener un origen diverso, pues diferentes patologías o descastes posturales pueden desembocar en él. Estas son las principales causas de su aparición:

  • Los traumatismos de repetición.
  • Los espasmos musculares.
  • Un uso excesivo de este músculo.
  • La inflamación de los tejidos blandos de la zona afectada.
  • Los microtraumatismos derivados del deporte o de sentarse en superficies muy duras.
  • El desgaste de los atletas que caminan durante largos periodos de tiempo.
  • Algunas alteraciones biomecánicas como las rodillas en valgo.

Para llegar a un diagnóstico correcto es necesario que un profesional de la medicina haga un reconocimiento físico y también se suele acompañar de otras pruebas que ayudan a determinar la causa concreta por la que se da esta circunstancia.

Tiempo de recuperación del síndrome piramidal

El tiempo de recuperación para superar este síndrome puede variar enormemente según las circunstancias de la persona que lo padece, sus cualidades físicas, el tiempo en el que se realiza el diagnóstico definitivo y el correcto seguimiento de las instrucciones del médico experto.

El tiempo de recuperación para superar este síndrome puede variar enormemente según las circunstancias de la persona que lo padece.

Habitualmente, se trata de forma conjunta con un especialista traumatólogo y un fisioterapeuta que ayudará a hacer determinados ejercicios de rehabilitación. Si se siguen bien las pautas y se detecta a tiempo, la situación puede mejorar en cuestión de un mes.

En esto también está implicado el historial de salud que tenga la persona afectada, ya que la existencia de otras patologías puede complicar la situación. En estos casos la curación se puede extender hasta 6 semanas o más. Algo que, si ocurre, conviene consultar de nuevo con el médico.

¿Es bueno andar para el síndrome piramidal?

El síndrome piramidal tiene su raíz en algo muy parecido a una contractura complicada. Por ello, el fisioterapeuta tiene un papel muy importante en cuanto al proceso de recuperación y será clave para revelar los pasos a seguir.

El síndrome piramidal tiene su raíz en algo muy parecido a una contractura complicada.

Habitualmente está desaconsejado el reposo absoluto, como suele ocurrir con casi todas las afecciones que implican a los tejidos musculares. Lo que sí se va a indicar al paciente es que debe evitar el sobreesfuerzo y llevar un ritmo de vida más pausado mientras persista el problema.

Si se deja de andar por completo o se retira la actividad física, es muy probable que aparezcan las molestias al volver a retomarla de golpe teniendo en cuenta la condición del músculo piramidal. Se debe ir paulatinamente movilizando el cuerpo y haciendo los ejercicios adecuados para notar una mejoría.

¿Qué reposo necesita?

Lo ideal es comenzar lo que se conoce como reposo activo. Es cuando los pacientes bajan considerablemente su nivel de actividad para no empeorar la condición física que tienen en ese momento, sin embargo, siguen haciendo pequeños ejercicios o paseando.

Lo ideal es comenzar lo que se conoce como reposo activo.

Lo que no está indicado en el tratamiento del síndrome piramidal es hacer esfuerzos grandes, sobrecargar este músculo, hacer deporte como se hacía anteriormente o cargar pesos. Sí se podría caminar, hacer estiramientos y ejercicios que indique un fisioterapeuta especializado en dicha patología.

En los casos en los que nada de esto resulta efectivo, en ocasiones se efectúan bloqueos analgésicos o se aplica toxina botulítica, maniobras que han arrojado resultados muy positivos a largo plazo. En este caso, las indicaciones serían otras, adaptadas al tipo de tratamiento que se siga.