¿Es bueno caminar con trocanteritis?

Cuando aparece dolor en una parte de la cadera, una de las razones más comunes de ello es lo que se conoce como trocanteritis o bursitis trocantérea. Se trata de una inflamación de las bursas presentes alrededor del trocánter mayor del fémur y se manifiesta como un dolor lateral en la cadera.
Lo que se conoce como bursas son bolsas rellenas de líquido sinovial que están presentes a lo largo de todo el cuerpo. Su finalidad es la de actuar como almohadillas para evitar que se dé un roce entre las inserciones de los tendones y los huesos. De esa manera, permiten el movimiento del cuerpo sin que se den daños en los tendones.
En este sentido y comprendiendo que la cadera es una articulación que posee muchas inserciones, son muchas las bursas allí presentes que se pueden inflamar. En total, hay cuatro bursas alrededor del trocánter mayor.
¿Cuáles son las causas de la trocanteritis?
La trocanteritis se puede dar en todas las personas independientemente de la actividad que realicen. Sin embargo, lo cierto es que es bastante más frecuente en las personas que realizan deportes, en particular en aquellos que, como consecuencia de su deporte, tienen un excesivo rozamiento en la zona de la cadera, como puede ser el caso de los corredores o deportistas de actividades en las que se pasa mucho tiempo corriendo.
Pero la actividad deportiva no es la única causa de este problema. Otras causas posibles pueden vincularse a traumatismos directos en la región lateral de la cadera, como pueden ser los casos de caídas o de lesiones.
Existen también algunas causas que están relacionadas a factores biomecánicos del cuerpo que hacen que ciertas personas sean más proclives a desarrollar trocanteritis. Estos factores pueden ser:
- Tendencia al pie plano
- Debilidad en los músculos abductores de la cadera
- Diferencia de longitud de las piernas
- Artrosis de rodilla
¿Cuáles son los síntomas y el tratamiento de la trocanteritis?
Ciertamente, el principal síntoma de la trocanteritis o bursitis trocantérea es el dolor en la zona de la cadera, especialmente en la parte externa del muslo. Por lo general, el dolor suele ser intenso al principio, volviéndose una molestia a medida que el tiempo pasa en caso de no acudir al tratamiento. Sin embargo, en estos casos, la molestia puede volver a acentuarse en todos esos momentos en los que se tensa la bursa, como pueden ser las rotaciones de cadera al sentarse o levantarse, al subir escaleras, pero también al acostarse sobre el lado afectado.
En lo que respecta al tratamiento, el primer paso suele ser la suspensión temporal o modificación de las actividades que generan este dolor, hasta que el mismo sea resuelto. No se recomienda descanso completo, sino que se deben modificar las rutinas a una que tenga bajo impacto y que sea cuidada. Luego, este paso suele ir acompañado de otros tratamientos tales como:
- Crioterapia
- Medicamentos antiinflamatorios
- Infiltración de corticoides
- Fisioterapia
- Ultrasonido

Ejercicios prohibidos con trocanteritis
Cuando se sufre un cuadro de trocanteritis, como hemos visto previamente, hay ciertas actividades que deben pausarse o modificarse para evitar que se continúe dando impacto. En este sentido, mientras se está en rehabilitación, es muy importante conocer qué ejercicios no se pueden hacer. Los más habituales que tienden a prohibirse son:
- Correr: este ejercicio aeróbico es considerado de impacto y puede empeorar los síntomas y entorpecer el tratamiento.
- Andar en bicicleta: la cadera interviene todo el tiempo al andar en bicicleta, por lo que es importante evitarlo.
- Trabajo de peso con las piernas: en las personas que asisten al gimnasio, se debe evitar el trabajo de peso realizado con las piernas y todo aquel ejercicio de fuerza que pueda implicar presión sobre la cadera. Las sentadillas, en este sentido, son de los ejercicios más prohibidos para estos casos.
En lo que respecta a los ejercicios que sí se pueden hacer cuando se está en tratamiento por trocanteritis y que, de hecho, son recomendados, se destacan:
- La natación: ayuda a mejorar la resistencia y a tonificar sin implicar impacto, debido a que el agua sostiene el peso corporal.
- Los estiramientos: estos deben ser controlados para evitar lesiones, pero ayudan a estirar el músculo sometido a la fricción directa con la zona inflamada.
Con trocanteritis qué aplicar, ¿frío o calor?
Como hemos visto previamente, uno de los tratamientos efectivos para la trocanteritis es la crioterapia, que consiste en la aplicación de frío en la zona afectada. Es una terapia con hielo que ayuda a reducir el dolor y la inflamación, especialmente en la etapa más aguda. Por el contrario, la aplicación de calor puede empeorar el dolor.
Para aplicar hielo de la forma correcta, lo que se recomienda es usar bolsas de agua preparadas para congelar, pero evitar aplicar el hielo de manera directa sobre la piel, debido a que esto podría quemarla. Siempre se debe proteger este contacto envolviendo el hielo o la bolsa congelada en un paño o una toalla. Además, el hielo no debe permanecer mucho tiempo. Se recomienda aplicar frío en tandas de no más de 20 minutos, alternando cada 2 o 3 horas. En la medida en que el síntoma se va reduciendo, se pueden ir espaciando las aplicaciones.
Una vez que se ha hecho esto, tras las primeras 72 horas de crioterapia, se puede probar la opción de calor, especialmente para reducir el espasmo muscular. Sin embargo, siempre es importante consultar al especialista respecto de las mejores formas de abordar esta situación.