Funciones de un médico ortopedista

Si estás interesado en trabajar como médico ortopedista, este artículo te va a ser de gran utilidad. A lo largo de estas líneas te vamos a mostrar toda la información que buscas sobre este perfil profesional. De esa manera podrás ver si se adapta a tus necesidades o es mejor que te centres en otras especialidad médica.
¿Qué hace un médico ortopedista?
De manera resumida podemos decir que el médico ortopedista es el profesional que se centra en tratar los problema que afectan al sistema motor. Pero como nos informan los expertos de RecursosLaborales, podemos ver que sus funciones van más allá. Para que puedas tener la información que buscas, te vamos a mostrar algunas de las funciones que deben desarrollar en su jornada laboral.
- Diagnóstico: se ha demostrado que uno de los grandes problemas de la población está ligadas a las lesiones de los músculos esqueléticos. En este caso, el ortopedista puede realizar un diagnóstico de la lesión. Ese diagnóstico se puede realizar dentro de la ortopedia general o de cualquiera de las especialidades.
- Tratamiento: tras realizar el diagnóstico del paciente que ha acudido al mismo, es el momento de ofrecerle un tratamiento. El objetivo es que el paciente se ponga bien lo antes posible. Para conseguirlo es necesario corregir y sanar las molestias. El tratamiento ofrecido al paciente puede ser a través de terapias, cirugía o medicamentos. Todo dependerá del tipo de lesión. Pero como el profesional tiene conocimientos, podrá saber que tratamiento es el más adecuado para el paciente.
- Rehabilitación: es una de las partes más importantes del trabajo del ortopedista. Si el profesional no ofrece una buena rehabilitación al paciente, se pone en juego la salud y eso hará que el proceso de tratamiento se vea penalizado. El objetivo de la rehabilitación realizada por el ortopedista es conseguir que a través de diferentes técnicas el paciente pueda volver a la normalidad. Normalmente se suele optar por rutinas de ejercicios o terapias físicas. Así es más fácil que el paciente vuelva a recuperar la movilidad y fuerza perdida durante el periodo de la lesión. Por ese motivo, es vital que el proceso de rehabilitación sea personalizado.
- Prevención: otra de las funciones del ortopedista es dar las claves a los pacientes para prevenir lesiones. Esas prevenciones deben darse tanto antes como después de la lesión. El objetivo de las recomendaciones es evitar que el paciente tenga malos hábitos y eso pueda provocar la temida lesión. Un deportista que previene tiene menor riesgo de lesión y en consecuencia es más complicado que tenga que pasar por las fases anteriormente mencionadas.
Para que te hagas a la idea, alguna de las enfermedades que tendrá que tratar el médico serán las siguientes: hernias discales, fracturas, lumbalgias, dolores cervicales, tendinitis, contusiones, hematomas, epifisiolisis, roturas fibrilares, artritis reumática y luxaciones de esguinces entre otras.
Merece la pena destacar que, hasta hace poco, el ortopedista solo se encargaba de tratar a los niños que tenían deformaciones en alguna de sus extremidades. Pero en la actualidad sus funciones se han ampliado y pueden tratar a pacientes de cualquier edad. Eso hace que su trabajo se haya ampliado y en consecuencia podemos decir que es una salida laboral con mucho futuro.
¿Qué estudia un ortopedista?

Como nos informan los profesionales de Recursos Laborales que nos han ayudado a realizar este artículo, no todo el mundo puede ser ortopedista. Para poder desarrollar este oficio es necesario cumplir una serie de requisitos formativos.
Antes de entrar en detalles, queremos dejar claro que no es lo mismo Cirujano Ortopédico y Traumatólogo del Técnico Ortopedista. Hay que dejar claro que este último no tiene que obtener una carrera universitaria para realizar su trabajo, lo que quiere decir que no puede ejercer como ortopedista. Es decir, hay que saber que el técnico lo que tiene que hacer es diseñar y ajustar las prótesis.
Para poder ser un verdadero ortopedista, se necesita obtener la formación necesaria para ser Cirujano Ortopédico y Traumatólogo. Y para conseguirlo hay que superar dos metas.
- Título de Grado de Medicina: lo primero que se debe conseguir es el título universitario de Grado de Medicina, el cual tiene una duración de 6 años. Con esa titulación ya se puede ser médico, pero como nos interesa ser algo más, tendremos que completar los estudios.
- MIR de Cirugía Ortopédica y Traumatología: la especialización son cinco años y a través de la misma se recibe formación de medicina, cirugía y sobre todo se consigue la formación para obtener la especialización en cirugía ortopédica y traumatología. Una vez obtenido el título, entonces ya sí se puede realizar el oficio.
¿Cuánto cobra un ortopedista?

Otra de las preguntas que los jóvenes se suelen hacer es cuál es el salario del ortopedista. Saber cuál es el salario de ese tipo de profesional es importante para saber si realmente merece la pena sacrificar tantos años de formación o no.
Como todo en esta vida, el salario va vinculado directamente a los años de experiencia y al caché del propio ortopedista. Pero para que te hagas a la idea, el salario medio de un médico en España es de unos 56000 euros. Mientras que el salario del ortopedista va de los 52000 a los 61000 euros brutos al año. Por supuesto, esos salarios podrán ser mayores según se coge experiencia y los clientes confíen en ti. Eso hace que muchas personas vean con buenos ojos esa especialización porque el sueldo está muy bien.
Cómo se llama el especialista en huesos y articulaciones, ortopedista o traumatólogo
Si tienes dudas de si acudir al ortopedista o al traumatólogo, te vamos a mostrar a qué se dedica cada uno de ellos. Así te será mucho más fácil saber a qué especialista médico debes acudir según el problema que tengas.
- Reumatólogo: tendrás que acudir a este especialista cuando tengas que resolver problemas de artritis, artrosis, reumatismos de las partes blandas o patologías sistémicas.
- Traumatólogo: en este caso tendrás que acudir al profesional cuando tengas fracturas, epifisiolisis, esguinces o tendinitis.