¿Qué es una ortopedia dental y qué se puede tratar con ella?

Julián Montilla
Julián Montilla

Hoy en día, cantidad de personas se preocupan por su estética dental y buscan tratamientos eficientes para mejorar el aspecto de su sonrisa. Sin embargo, cabe destacar que tener una boca perfecta no es solo una cuestión de apariencia, pues se trata de una parte muy importante en la anatomía de las personas que afecta a aspectos de la salud como la respiración, la óptima deglución e incluso el descanso.

Cuando se prevén patologías que pueden afectar no solo en la alineación de los dientes, sino en la mandíbula o en el crecimiento de los huesos, la ortopedia dental se convierte en la mejor solución para tratarlos. Hablamos de una técnica especialmente efectiva cuando los pacientes todavía están en edad de crecimiento y, con ella, se pueden tratar diversidad de afecciones. En este artículo te contamos en qué consiste exactamente, qué dispositivos se emplean para llevarla a cabo y todo lo que se puede tratar con ella.

¿Qué es una ortopedia dental?

La ortopedia dental es un tratamiento de odontología que consiste en modificar de forma controlada en patrón del esqueleto de la zona de la boca o mandíbula. Esto se realiza mediante diferentes dispositivos fijos o removibles encargados de aplicar el estímulo necesario para alcanzar dicho objetivo.

Se emplea especialmente en pacientes que todavía se encuentran en una etapa de desarrollo, es decir, que es muy popular en usuarios pediátricos. Se aconseja para resolver determinados problemas que surgen en el crecimiento y que afectan a excesos o deficiencias en el esqueleto. Lo común es que lo recomienden y lo lleven a cabo profesionales de este ámbito. En centros como la Clínica Aviñó Mira cuentan con esta especialidad y pueden evaluar tu caso o el de tu hijo si crees que puede ser conveniente.

Existen dos grandes tipos de ortopedia dental que se clasifican de la siguiente manera:

  • La ortopedia dentofacial. Se centra concretamente en el desarrollo del área facial, es decir, va más allá del crecimiento de las piezas dentales. Es más efectivo cuando se aplica en edades que van desde los 4 hasta los 12 años porque estos pacientes aún están en una etapa de desarrollo.
  • La ortopedia maxilofacial. Esta técnica está enfocada en la prevención de problemas en la formación de los huesos maxilares y otras afecciones. Para ello se hace uso de aparatos removibles que se ubican en el área de la articulación temporomandibular, además, se ubican otros dispositivos en zonas clave de la boca como los dientes o el paladar.

Aparatos de ortopedia dental más populares

En la actualidad, la ortopedia dental es una técnica muy avanzada que se puede emplear en cantidad de pacientes diferentes. Como tal, los expertos cuentan con variedad de aparatos distintos que usan según el caso y la patología que se desea tratar. Estos son algunos de los más importantes.

Según la finalidad

  • Aparatos funcionales rígidos o pasivos. Están fabricados con un elevado porcentaje de resina y una menor cantidad de alambre.
  • Aparatos funcionales elásticos o activos. Se componen de una fórmula inversa, con más alambre y menos resina, gracias a ello permiten arreglar otro tipo de problemas como la fonética o musculatura.
  • Aparatos de regulación de función. Consiste en una placa de resina que se emplea para separar los músculos.

Aparatos rígidos o pasivos

  • Activador de Andersen-Häulp-Petrik. Puede conseguir adelantar varios milímetros la mandíbula, controlar la erupción de los dientes e inclinar las piezas dentales anteriores.
  • Activador de Herren. Contiene resortes y actúa en los dientes anteriores.
  • Activador de Harvold y Woodside. Facilita la erupción de los dientes posteriores inferiores mientras limita la de los superiores posteriores.
  • Bionaor de Balters. Con este dispositivo se obtiene un avance mandibular fisiológico.
  • Guías de protrusión de Sander. Facilita el avance mandibular de manera progresiva.

Aparatos elásticos o activos

  • Activador abierto elástico de Klammt. Un aparato que se emplea fundamentalmente para la corrección de maloclusiones clase II división 1.
  • Modelador elástico de Bimler. Permite el avance mandibular paulatino.
  • Placas selectivas de Carol. Se componen de diversas partes de resina que están unidas mediante resortes de expansión. Con este sistema se puede seleccionar la zona a tratar de una forma más concreta.

Qué trata la ortopedia dental

La ortopedia dental puede ser de gran utilidad para tratar diversas patologías o malformaciones que afectan a la deglución, la succión o respiración, entre otras funciones. Se encarga de evitar todas las complicaciones que puede generar una masa muscular que se está desarrollando de forma incorrecta.

Se suele indicar para los siguientes casos:

  • Retrognatia mandibular. Son casos en los que el hueso inferior se desarrolla de forma deficiente o poco correcta y, como resultado, ambas mandíbulas quedan sin la debida alineación. La parte superior va a sobresalir sobre la inferior en estos pacientes, generando problemas para masticar con normalidad e incluso afecciones en el sueño como la apnea.
  • Prognatismo. En este caso, el paciente tiene un exceso de crecimiento o desarrollo en la mandíbula inferior. Lo que sucede si no se realiza un tratamiento correcto es que hay dificultades tanto para hablar como para masticar debidamente. Además, en la mayoría de los casos también se generan otras complicaciones como los dolores de cabeza o de articulaciones.
  • Ortodoncia. La ortodoncia se encarga de corregir la posición de las piezas dentales y en muchos casos esto no basta para arreglar los problemas en determinados pacientes. Lo que se hace es combinar ambos métodos, la ortodoncia y la ortopedia, para obtener un resultado completo. De esta forma también se solucionan los problemas de malas posiciones en las mandíbulas o en los músculos.

Con este tratamiento es posible solucionar o prevenir todos estos problemas. Por suerte, la ortopedia dental es indolora para los pacientes y no causa molestias durante su aplicación. Aunque depende de cada caso en particular, lo habitual es que todas estas patologías se puedan corregir con un tratamiento de entre 6 y 18 meses. Tras la finalización del tratamiento, algunos usuarios deben someterse a un tratamiento de ortodoncia fija posterior u ortopedia interceptiva. Los pronósticos suelen ser positivos y favorecer diferentes aspectos de la vida del paciente como el descanso, la respiración y la capacidad para masticar sin molestias.